Con motivo de las Jornadas Barrocas que todos los años organiza en octubre el Ayuntamiento de Corella para dar a conocer la historia de Corella y recordar el acontecimiento más importante que sucedió en Corella en la época barroca como es la llegada y estancia por cuatro meses del rey Felipe V con su familia, desde el Área de Lengua castellana hemos realizado un trabajo de investigación sobre edificios barrocos de Corella. Somos alumnos/as de la clase de 6º C del Colegio Público Ciudad de Corella. En nuestro caso, el grupo está formado por Hugo, Lucía, Saif, Marwan e Isra y dentro de la temática del Palacio de los Virto de Vera nos ha tocado centrarnos más concretamente en la historia del palacio de los Virto de Vera, tanto a nivel de la construcción como la descripción general del mismo.
El Palacio de los Virto de Vera de Corella es uno de los edificios más importantes del casco histórico de Corella, ubicado en la céntrica Plaza de los Fueros, que antes fue Plaza de Toros, donde se realizaban los principales festejos taurinos de las fiestas de Corella.
A su vez, es un edificio ampliamente estudiado y conocido dentro de las investigaciones de la época barroca, ya que se considera el edificio más ejemplar dentro de la arquitectura barroca de la ribera del Ebro, con esa influencia en el uso del ladrillo de arcilla ricamente colocado para crear movimientos y juegos de luces y sombras con la incidencia del sol a lo largo de las horas del día.
Este edificio fue construido en 1741 por Juan Fermín Virto de Vera y Mª Josefa de Anchorena, matrimonio formado en 1712.
Centrándonos en la familia, podemos decir que Juan Fermín era descendiente de una reconocida familia hidalga procedente de Peroniel de los Hidalgos (Soria) que se asentó en Corella a finales del s. XV. La familia se dedicaba al comercio lanar, lo que hizo aumentar sus ingresos gracias al arrendamiento de impuestos, rentas reales mientras ejercía el cargo de Comisario Receptor de los Tribunales Reales a partir de 1685, ocupando también cargos como Tesorero General del Reino e incluso miembro del Consejo del Rey a partir de 1713.
Esa importante situación económica le permitió sobrevivir con el comercio lanar así como especializarse en la venta de productos coloniales y textiles. Cuantía suficiente para poder construir esa casa palacio, alimentar a los numerosos hijos/as de la familia y mantener el personal de servicio de la casa. Descendientes de esa familia ocuparon cargos importantes en la política, llegando a ser algunos de ellos alcaldes de Corella.
Centrándonos ahora en la casa palacio, pasaremos a describir el edificio tanto a nivel externo (fachada) como a nivel interno (interior).
El gran edificio es muestra del símbolo de poder alcanzado por la saga de los Virto de Vera y Azpilcueta, siendo un bloque cúbico de cinco plantas construido en ladrillo. En la fachada principal la primera altura muestra una portada centrada de arco de medio punto encajado entre pilastras toscanas con decoraciones cerámicas, y a sus laterales grandes ventanas protegidas con rejas de clavos floreados. En el centro de la segunda y tercera altura se sitúa el balcón principal y el escudo de armas de la familia – de acuerdo con la hidalguía obtenida por el mencionado matrimonio en 1734- enmarcado por follaje vegetal de yeso junto a grandes balcones laterales. Y en la cuarta asoma una galería de cinco arcos de medio punto y pilastras junto a un alero de madera de ménsulas decoradas.
Así mismo, en la planta sótano encontramos unas grandes bodegas destinadas a la elaboración de vino, gracias a las tierras que tenía la familia en campos cercanos a Corella. La planta baja además de tener diversos habitáculos destinados a cuadras y almacenes, se abre un gran portal que da acceso a la maravillosa escalera cerrada con una cubierta apoyada sobre una cornisa decorada con yeserias vegetales y tres tramos dobles de bóveda de arista -en cuyos dos puntos centrales se sitúan entablamentos suspendidos decorados con las armas de la familia- que convierten el espacio en un gran patio velado, siguiendo los modelos de la escalera del Monasterio de la Oliva, donde un hijo del matrimonio estaba viviendo como religioso, con el fin de recordar la vinculación de su casa con el monasterio.
Todos los balcones de la fachada son simétricos, mientras que los del tercer piso son arcos de medio punto cerrados por barandillas de hierro los del segundo piso son cuadrados con pequeños balcones y los del primer piso son iguales pero con balcones más grandes. Algunos balcones los podemos ver modificados pero en general poseen rica rejería cincelada apoyados en vistosas tornapuntas.
En la parte central de la fachada podemos ver un gran escudo, siendo el escudo de los Virto de Vera y Anchorena. Dicha pieza tiene en la parte superior un casco de un caballero y dos loros rodeados con un escudo con dos leones y dos escudos pequeños, que representa.
En la actualidad es una casa sin habitar, que hasta hace poco tiempo estuvo habitada por descendientes de la familia que la construyó, que con gran esmero cuidó y mantuvo. Como hemos dicho, es una de las casas más importantes del barroco corellano.
Aquí tenemos una foto antigua y otra de la actualidad.