HISTORIA DEL CONVENTO DEL CARMEN

Somos alumnos/as del Colegio Público Ciudad de Corella y con motivo de las Jornadas Barrocas que se celebran en la localidad este fin de semana (del 25 al 27 de octubre de 2024) hemos realizado investigaciones sobre edificios importantes de Corella para darlos a conocer mediante el uso de códigos QR. En nuestro caso, la clase de 6º F ha investigado sobre el Convento del Carmen de Corella y, más concretamente, nuestro grupo formado por Lucía, Mario, Juan, Adam y June vamos a dar a conocer Historia del Convento del Carmen.

 

El convento barroco de los Carmelitas Descalzos, ubicado en la Calle del Carmen, número 66 fue fundado en 1595 gracias a un acuerdo entre la Orden de los Carmelitas Descalzos y el Ayuntamiento de la villa de Corella que, a cambio de su patronato sufragó las obras del convento e iglesia que se inauguraron en 1621.

La iglesia vino a sustituir a la antigua ermita de San Pedro, con el objetivo de que una órden religiosa llegase a la ciudad para establecerse, ya que no había hasta entonces ninguna orden religiosa en Corella.

La residencia conventual se estructuró en torno a un patio cuadrangular llamado claustro. Todo el conjunto fue diseñado por Fray Alonso de San José, uno de los tracistas de la Orden de los Carmelitas más destacado y que además diseñó conventos de frailes y monjas carmelitas repartidos por toda España.

El templo, dedicado a la Santísima Virgen del Monte Carmelo, más popularmente conocida como Virgen del Carmen sigue las directrices manieristas propias de principios del s. XVII al poseer planta de cruz latina y una sola nave con cinco tramos, cabecera recta y un coro que se prolonga por las tribunas laterales.

La fachada principal está construida en piedra y ladrillo y compuesta por tres calles. La central presenta un pórtico enmarcado por pilastras y dos vanos laterales a modo de ventanas arqueadas; contiene una hornacina con la escultura de Nuestra Señora del Carmen; y una ventana para el coro así como otra con forma de óculo que posee un gran reloj. Todo el conjunto acaba rematado por un frontón triangular y torrecillas con bolas. Las dos calles laterales muestran puertas adinteladas remarcadas por cintas y enlazadas al bloque central por aletones curvos.

El interior del templo lo cubren bóvedas de medio cañón con lunetos y una cúpula de media naranja el crucero, estando este último espacio decorado con lienzos, ovalados en las pechinas y el emblema de la orden en la clave de la cúpula.

 

A ello se suman tres capillas -la erigida en 1639 por los sanitarios de la ciudad a sus patronos San Cosme y San Damián en 1639; la de Santa Teresa, adquirida en 1653 por la familia corellana de los Escudero; y la capilla de las Ánimas del Purgatorio, construida a principios del s. XVIII para dar sepultura a la familia Miñano-Sesma que enriquecen el conjunto con sus valiosas cubiertas, decoraciones y obras pictóricas.

 

Destacan, así mismo, el retablo mayor realizado en 1639 por fray Alonso de San José en un estilo clasicista, en cuyo camarín se aloja la Virgen del Carmen obra del escultor vallisoletano Gregorio Fernández, y los laterales, dedicados a San José y Santa Teresa, con sus ricas esculturas.