CLAUDIO COELLO Y SUS RETABLOS EN CORELLA

Somos alumnos/as de la clase de 6º D y hemos investigado relacionado con el convento de la Encarnación de Monjas Benedictinas de Corella, hoy transformado en Museo Arrese. Nuestro grupo está formado por Sara, Fadwa, Asier, Ayman y Juan ha investigado sobre la vida del pintor Claudio Coello así como dos lienzos grandes que se conservan pintados por él en Corella.

 

Claudio Coello (Madrid, 1642-1693) fue un pintor español, destacado representante del pleno barroco madrileño. Formado con Francisco Rizi, en 1683 fue nombrado pintor del rey Carlos II, cargo en el que acometerá su más importante obra: La Adoración de la Sagrada Forma de la sacristía del Monasterio de El Escorial. Pintor de grandes telas de altar para las iglesias y conventos de Madrid y sus alrededores, fue también pintor al fresco y de arquitecturas efímeras siempre con gran sentido escenográfico.

Claudio Claudio Coello nació en 1642 en Madrid y falleció en 1693. Fue un destacado representante del pleno barroco madrileño. Formado con Francisco Rizi, en 1683 fue nombrado pintor del rey Carlos II, cargo en el que acometió su obra más importante: La Adoración de la Sagrada Forma, de la sacristía del Monasterio de El Escorial. Pintor de grandes telas de altar para las iglesias y conventos de Madrid y sus alrededores, también se destacó como pintor al fresco y en arquitecturas efímeras, siempre con un gran sentido escenográfico.

En el Museo Arrese de Corella, antiguo convento de Madres Benedictinas son destacables los impresionantes lienzos que se conservan de Claudio Coello: el martirio de San Plácido y las Bodas místicas de Santa Gertrudis.

Los dos retablos fueron donados en 1753 por Teresa Ágreda, casada con Pedro Goñi y Loyola, quintos abuelos de María Teresa Sáenz de Heredia y Arteta, fundadora junto a su marido José Luis Arrese de este Museo.


Albergan dos magníficos lienzos pintados por Claudio Coello (1642-1693) que representan las “Bodas místicas de Santa Gertrudis” y el “Martirio de San Plácido”, pintados al parecer entre 1680 y 1683, en que el autor se trasladó a Zaragoza a pintar la iglesia de los Agustinos, conocida como la Mantería.

El primer lienzo, según el profesor José Hernández Díaz, director de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, de Sevilla y presidente del Patronato del Patrimonio Artístico Nacional, como una de las pinturas más importantes de Claudio Coello.

El lienzo del “Martirio de San Plácido” es también una obra importante aunque sin la categoría del anterior. 

Son importantes obras de arte en un museo local que merece la pena visitar.

 

El martirio de San Plácido, por Claudio Coello

 

En el retablo del crucero, situado junto a la Virgen de Nuestra Señora del Socorro, hay un cuadro que representa el martirio de San Plácido, según la versión equivocada de Pedro Diácono. Es de Claudio Coello, está sin firmar y, al igual que su pareja de enfrente, que se encuentra en la pared más húmeda de la iglesia, necesita una cuidadosa atención que, aunque hoy todavía resulta sencilla, podría llegar a ser complicada con el tiempo.

 

El cuadro es análogo en tamaño a los otros tres y, comparado con ellos, resulta el más débil en cuanto a dibujo, aunque, naturalmente, dentro de la corrección que caracteriza todas las obras de Coello. El semidesnudo sarraceno que forma el motivo central de este lienzo, aunque muestra todo el estudio anatómico de su musculatura en fuerte contraste con la suavidad y entrega del Santo, no armoniza con él, ni se explica bien la postura un tanto forzada del verdugo.

 

 

Este es uno de los retablos de Claudio Coello en Madrid.